El mal profesor es el que deja de ser alumno, escribí hace tiempo en una línea de pensamientos fáciles. Cuando el profesor es obligado a ser alumno hasta el final de su vida profesional, acaba siendo una explotación. Cuando el profesor desea ser alumno hasta el final de sus días, es vocación. Pero cuando se unen las dos cosas, acaba siendo la alienación interiorizada más temible. El mal reside en nosotros mismos.
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