Cuando la autenticidad de uno mismo se viste de intransigencia hacia los demás, la verdad se vuelve una luz cegadora.
miércoles, 6 de mayo de 2020
27
La soledad distópica de la ciudad se hace a veces difícil de soportar. La ciudad vive en un eterno domingo, dormida, inexistente. En mi coche atravieso calles desiertas. Pongo la música a todo volumen. Espanto el silencio, lleno mi espacio de ruido humano y guitarrazos de metal. Cualquier otra música me parece ahora casi improcedente. Abro las ventanillas y hago saber a los todavía escasos peatones que seguimos existiendo.
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