Cuando la autenticidad de uno mismo se viste de intransigencia hacia los demás, la verdad se vuelve una luz cegadora.

martes, 10 de septiembre de 2013

REFLEXIÓN SOBRE LA TÉCNICA



      Meditación técnica: antiguamente, sabíamos cómo se  hacían las cosas de un simple vistazo. El hombre medieval que viese un molino de agua comprendía perfectamente cómo funcionaba y se creía capaz de reconstruirlo mentalmente. Tras las revoluciones industriales, el siglo XX desvinculó el productor del conocedor. Teníamos fe en que las cosas funcionan, pero ya no sabemos cómo se producen. Eso quedaba en manos de los técnicos especialistas, los magos y herreros del mundo antiguo. 
      Finalmente en el siglo XXI, no solo ya no sabemos cómo se hacen, sino que hemos dejado de saber cómo se utilizan. Ya no nos sorprende cómo se hace un ordenador o un teléfono móvil, sino cómo manipular aparatos tan complejos y el software correspondiente. Nuestro conocimiento está excluido tanto de la producción como del uso de la información. Destinamos demasiado tiempo en cómo comprender la tecnología y muy poco en qué utilizarla. En resumidas cuentas, nuestra vida es una carrera contra el analfabetismo tecnológico en el que curiosamente, el hecho de saber más no garantiza que logremos salir del atolladero. Triste destino el nuestro.

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