Cuando la autenticidad de uno mismo se viste de intransigencia hacia los demás, la verdad se vuelve una luz cegadora.

miércoles, 29 de abril de 2020

24

Los biempensantes se asustan con declaraciones de políticos como Trump. A mí lo que realmente me asusta es que a pesar de sus declaraciones, millones de personas estarían dispuestas a seguir votándole. En cualquier democracia, líderes y votantes deben repartirse a partes iguales su responsabilidad. Si una población está condenada a mantenerse en la mediocridad, como parece ocurrir en occidente, toda democracia acaba enfermando. Algo tan viejo como la decadencia de Atenas. 

23

Los científicos esgrimen el criterio de economía del pensamiento para eliminar a Dios de sus explicaciones de la realidad. El problema es que si llevamos al extremo ese principio, lo más sencillo es que nada hubiese existido y sin embargo aquí estamos. El principio se vuelve inútil para explicar por qué existe el ser, y no la nada. Evidentemente, esto no dice nada a favor de un dios determinado. Pero humilla a la ciencia en sus pretensiones más absolutas y filosóficas. Esta es la visión de los cainitas, arrojados en este mundo, en completa soledad, pero incapaces de explicar por qué están ahí.

martes, 21 de abril de 2020

22

Ayer por la noche vinieron a mi cabeza los muros del  Paraíso. A diferencia de lo que nos dice la Biblia, Dios no echó al hombre del Paraíso. Lo abandonó él. Dejó de cuidarnos. Sus sólidos muros de argamasa y mampostería se fueron llenando de musgo y liquen. Las enredaderas treparon sobre sus muros blancos y con rapidez pasmosa lo fueron desmigajando, abriendo yagas en su superficie lisa, dejando la piedra al descubierto y haciéndola caer. Poco a poco se iría desmoronando, y con él, entrarían todas las plagas que hasta ese momento habían quedado fuera, en las estepas salvajes, esperando ser pacificadas. El Paraíso se hizo mundano y perdió su esencia divina. Y solo quedaron tapias partidas y quebradas de muros viejos, unas pobres ruinas, de lo que había sido el Cuidado de Dios. 
Estos muros no son imaginarios. Son los del Parque del Príncipe cuando tenía diez años; era entonces casi una huerta asilvestrada, un parque deshecho, infectado entonces por drogadictos, basura y hasta algún rebaño de ovejas, pero era mi propio paraíso. Y llega un momento en que toda persona lo pierde.

domingo, 19 de abril de 2020

21

El lado más esquizoide (por llamarlo aquí de forma exagerada) de mi persona está emergiendo y siempre me ha dado mucho miedo. La mayor parte de la gente está deseando salir a la calle y abrazarse, reencontrarse, volver a sentir calor humano a su alrededor. Yo no. Yo estoy deseando salir para poder desaparecer tras una montaña con mi bicibleta y recuperar mi auténtica soledad. Tengo cierto miedo de volver a la sociedad.  

sábado, 18 de abril de 2020

20

Ya que no puedo ver los campos de abril, escucho la primavera desde la ventana. Los coches duermen y la gente calla; han dejado el sonido de la ciudad al mando de los cantos de los pájaros, que puedo escuchar como nunca antes lo había hecho. El colirrojo y el mirlo acompañan desde el alba, estando en la cama todavía; los estorninos al rozar la mañana, posados sobre las antenas, y los veloces vencejos atraviesan las calles como flechas desde que el sol se levanta. Cualquier retazo de naturaleza se hace valioso en el confinamiento y estimula cada vez más mi rechazo al deseo de nuestra cultura de ser antrópicamente autosuficiente.

19

El Maquiavelo del sesgo de confirmación. Para conocer el mundo, rodéate siempre de los que piensen como tú, porque aplaudirán tus logros. Pero ten aún mucho más cerca a los que piensan de manera opuesta a ti, porque solo ellos corregirán tus errores. Como siempre, el mayor enemigo de la verdad no está ni en un inquisidor ni en un mundo difícil de entender. Está en nostros mismos.

miércoles, 15 de abril de 2020

18

Dicen que la crisis del coronavirus será inolvidable y cambiará nuestras vidas. Habrá un antes y un después. Lógicamente la experiencia cambiará muchas vidas, no todas, y también cambiará el mundo que nos rodea.  Pero si la historia nos enseña algo, es que todo tiende a olvidarse. No en el plazo de un día, un mes o uno, dos o tres años. El tiempo no se mide así. Y la psicología también nos dice que los recuerdos malos tienden a olvidarse con mayor facilidad que los buenos recuerdos por una simple ley de supervivencia. El coronavirus será inolvidable apenas para una generación de una determinada edad. Y después, todo fluirá. Como ha sido siempre.

martes, 14 de abril de 2020

17

Estamos ante una paradoja: es la primera vez que una parte importante de la humanidad está viviendo una experiencia similar, y sin embargo esta está ocurriendo en la intimidad de las casas, aislados de todo el mundo. Estamos compartiendo soledad, pero cuando se comparte, deja de ser soledad. 

16

Miro con fascinación la tormenta desde mi silla en la terraza. Me entretengo mirando los cúmulos, escuchando el ruido de los goterones sobre los tejados, o esperando la llegada de un rayo o un arcoirís. Mi balcón es el único contacto que tengo con la naturaleza y me deprime. Pienso en la cantidad de orquídeas de la sierrilla que en esta primavera tan lluviosa se quedarán sin su admirador secreto.

lunes, 13 de abril de 2020

15

La jaula de hierro de la que hablaba Max Weber hace tanto tiempo nunca se ha hecho tan física, tan perfecta ni tan interiorizada. Nos hemos encerrado por una directriz completamente racional y perfectamente reglada bajo un orden estatal. La única magia que queda en el mundo es imaginar horizontes distópicos donde esa jaula de hierro se haga más y más fuerte. 

14

Un anuncio en Youtube. Lo peor que nos sucede a nuestra escritura  no es la falta de talento, es la interrupción que provoca en ella otras personas. Vuelvo al trabajo, y desaparezco. A las siete de la mañana he conseguido seguir con Azura unos cientos de palabras, redefiniéndola, dibujándola con más detalle, pero después, no he vuelto a pensar en ella; si no me dejan reposar el personaje en mi cabeza, este no crece.  

sábado, 11 de abril de 2020

13

Me pregunto qué género se recoge en Edén. Es una mezcla extraña de recreación de un relato mítico, con gotas de literatura fantástica y un escenario lejanamente inspirado en épocas históricas, y sin faltarle disgresiones filosóficas. Demasiado pretencioso, ambicioso para que pueda funcionar. Poco se puede decir del tema después de Milton, Thomas Mann y Tolkien. Dispongo de muy poco tiempo para llevarla a buen puerto y el talento literario se vuelve escaso cuando la obra se hace más voluminosa y vulgar, pero francamente todo eso me empieza a dar igual. En medio del gran fracaso hay pequeños triunfos, cuando un personaje consigue definir su perfil,  se concluye una pequeña historia o se cierra una genealogía. Por ahora basta con eso para seguir luchando contra el folio blanco del ordenador. 

12

Mañana en el supermercado. Colas espaciadas de media hora para poder entrar al mismo, personas haciendo el recuento de los consumidores en el interior. La harina y la levadura, agotada. Me encuentro con una madre del colegio y hablamos durante un rato largo, que acaba sintiéndome incómodo. Otra cola espaciada en el interior que lo atraviesa entero por dentro. La gente espera su turno con paciencia. 
En la cola recordaba conversaciones de Damian en los últimos años del comunismo en Polonia, que me hablaban de excursiones a los supermercados a la captura de un único producto disponible por el estado. Recuerdo que les preguntaba cómo soportaban eso.  "Te acostumbras", me decía. "No es era tan duro, al menos para un chaval de trece años. Teníamos vodka." Ahora les doy la razón. Cuando lo extraordinario e impensable se vuelve cotidiano en cuestión de semanas, quiere decir que nuestra capacidad de adaptación es mayor siempre de la que pensamos.

viernes, 10 de abril de 2020

11

Esta crisis marca el fin de la frivolidad en nuestra cultura, al menos por una larga e incierta temporada. Pero al mismo tiempo, asumir que la cosa más frívola, un meme, un chiste, una imagen o una canción, pueden dar sentido y cobrar importancia. Ahora entiendo uno de los mensajes ocultos de aquel libro que leí hace tiempo, El hombre en busca de sentido, y que después he visto repetido hasta la saciedad en los libros de autoayuda. Solo uno mismo, puede dar sentido a tu vida, para poder seguir viviendo y ser resiliente a la adversidad.

jueves, 9 de abril de 2020

. 10

Llevo una hora escribiendo el destino de Azura en un raro flujo creativo. Cuando el único personaje puro y justo de tu crónica es desterrado de tus páginas para no volver nunca más, se abre un extraño sentimiento de pérdida. Siempre podré ampliar algún capítulo, contar alguna anécdota, rehacer algún diálogo, pero su destino queda sellado. Alguien dirá que esto es una pura frivolidad en los tiempos que corren, y tal vez sea así. De hecho todo es frívolo y todo deja de ser frívolo si da sentido a cada uno de tus días. Pero volviendo al principio, uno no puede evitar  sentir tristeza ante las personas cercanas que desaparecen, incluso cuando estas son meros productos de la imaginación. 

9

Hay quien se queja del carácter inhumano de los gobiernos ante la actual crisis. Son indiferentes ante el dolor de los individuos, las muertes son meras estadísticas que preocupan solo por su impacto en la política, y casi podría alguno hasta afirmar que se ríen de los muertos. Pero independientemente de lo que pensemos de un gobernante o de otro, nos falta detenernos un instante y mirar hacia atrás para conocer realmente el alcance de esta actual respuesta. Es la primera vez en la historia mundial en la que se movilizan -o mejor se detienen- todos los recursos económicos de un país solo para frenar una enfermedad incierta con la intención de salvar al sector más vulnerable e inútil en términos productivos de la misma, la tercera edad. Pensemos que en realidad lo que nuestra especie ha hecho hasta el día de hoy ante situaciones como esta, ha sido dejar morir a los enfermos, echar un responso al cielo o al infierno y quemar los muertos cuanto antes. El cambio es aparentemente esperanzador, pero las consecuencias de este giro, imprevisibles e inquietantes. Tal vez, tras este canto del cisne de la empatía y la dignidad del individuo, triunfe el transhumanismo más frío, calculador y distante, si la factura a pagar en los próximos años se hace demasiado alta para la próxima generación.

miércoles, 8 de abril de 2020

8

La música medieval es el ejemplo perfecto del magnífico espejo roto de la historia. Escucho una y otra vez en mi ordenador A L'entrada del temps clar, en una vibrante y poderosa versión de Els Trobadors, casi histórica a su vez. Estos fragmentos evocadores rompen mi espacio y mi tiempo. Estimulan mi imaginación, inspiran imágenes en la niebla y le ponen un rostro, un color, una línea, una figura. Pero apenas nos llevan a lo que fue la Edad Media. Más bien nos conducen a nuestra propia ficción medieval. En cualquier caso, el viaje bien merece la pena. El componente atemporal y eterno de la música se impone y dicta sus reglas. Y como siempre, ayudan a pasar estos días y acordarnos de los tiempos claros de abril, como canta la canción.

martes, 7 de abril de 2020

7

El relato científico de la historia es el mejor relato de ficción fantástica jamás construido, por su aparente verosimilitud. Por eso resulta tan atractivo. Es pura fantasía reconstruida en nuestra mente, rescatada y verificada con el mundo exterior por un mero signo arqueológico. Cuantos más datos disponemos mejor construímos nuestro puzle imaginario, pero nunca nos debemos olvidar de eso, que es una mera reconstrucción mental. Los historiadores no deberían prevenirnos solo contra malas interpretaciones del pasado a manos de intereses ideológicos; eso los convierte a ellos en el ojo de Dios sin merecerlo. Deberían incidir en que todo lo que sabemos del pasado es ficción que nos ayuda a imaginar el presente y el futuro, para bien o para mal. 

6

El confinamiento está definiendo bastante bien los límites de nuestra libertad en el futuro. Nuestro espacio físico más íntimo y privado, reducido a unos pocos metros cuadrados. Ese es el punto físico de partida de 1984. Ni siquiera eso es seguro: Orwell instaló monitores en las habitaciones de Winston Smith para hacer visible el paranoico afán controlador. Nuestros dirigentes serán más sutiles que eso. 

5

Conversación con Helí. ¿Cómo fuimos tan ingenuos como para pensar que un mundo más complejo y conectado sería posible de regularse por sí mismo? Delirios del mercado y la cultura occidental. Triunfo del Leviatán oriental. Ahora es o el orden absoluto o la muerte en la anarquía.

4

Son malos tiempos para los disidentes cuturales. Las pasiones de la tribu me resultan indiferentes, incomprensibles, sin significado alguno para mi vida. Me empalaga el resistiré que enarbolan como himno de la esperanza, los memes, las caceroladas. Bien por ellos y por todos aquellos que elevan sus ánimos con estos cánticos tribales. Yo  solo pido que me dejen naufragar en aguas tristes y oscuras y buscar mi propio asidero por mí mismo.    

3

Estoy obsesionado con la Eva desnuda de Van Eyck. Es sin duda la mejor recreación de Eva que me he encontrado. He pensado en mi Azura o mi Eva y su realismo intemporal, imperfecto, natural y al mismo tiempo maravillosamente sereno, sin ningún tipo de pecado. Es tal vez esa mirada inocente, pura, ausente de culpa y sin mostrar arrepentimiento, cuando se sabe que se ha separado de Dios, la que empujaba a multitud de censores a eliminarla de la iglesia. 
En el fondo esta interpretación es estúpida porque, ¿qué hay detrás de esa tabla? ¿qué tiene de realidad histórica esta tabla construida ni más ni menos que hace quinientos setenta años? Tengo la sensación que nuestra contemplación crea una ficción totalmente irreal. Son sombras recreadas por nosotros que poco o nada tienen que ver con su contexto de creación. Y aún así son sombras tan evocadoras que nos hechizan y nos transportan; nos hacen creer que aunque sea de forma momentánea y pasajera, podemos pensar y sentir como su creador en el lejano siglo XV.

lunes, 6 de abril de 2020

2

Cada vez que existen catástrofes de este tipo, algún iluminado dice, ¡ya os lo decía, la historia se repite siempre! Vaya tontería. En la historia, las circunstancias pueden repetirse. Somos seres biológicos, compartimos una historia natural con nuestro entorno. Pero las respuestas a esas circunstancias siempre varían. Me atrevería a decir que existen millones de respuestas posibles a estas crisis, casi tantas como individuos hay sobre la faz de la tierra. Quizás estas circunstancias extremas no nos haga libres, como nos diría Sartre, pero sí extremadamente complejos, indeterminados e impredecibles.  

domingo, 5 de abril de 2020

1

  Hay necesidad de escape; no puede ser físico, y tiene que ser mental. Me rodeo de una burbuja medieval en libros, utopías, fantasías y música. No hay nada más irreal que esta burbuja y es sin embargo complaciente. Después de tres semanas de exahustivo trabajo, merecía este descanso.