Cuando la autenticidad de uno mismo se viste de intransigencia hacia los demás, la verdad se vuelve una luz cegadora.

lunes, 22 de diciembre de 2014

CANNABIS IN DENVER



Legalization of cannabis and marijuana is becoming a major issue in the politics of some countries. Debate was opened a couple of years ago, with the legalization of marijuana in Washington and Colorado states, in the US, and with similar policies in Uruguay, in South America. The severe defeat of Democrats in the last polls doesn´t seem that is going to change this politics. A reader of the New York Times may realize of the extent of the debate, when it is covering opinion articles, editor’s columns and passionate attacks and defenses from both sides of the problem. It seems, however, that defenders of a moderate legalization are getting more and more supporters to their policies, and for very different reasons.

In fact, the problem of legalization has very different sides and aspects. We could even talk of philosophical considerations, involving ethics and moral right for free choice by individuals in all that concern their private life and leisure. Why should I be punished because of having some drugs like cannabis, when there are another legal substances –like alcohol or tobacco- that are even more harmful for health and public safety? Why are they banned when I can become a responsible customer? The contra arguments are based on the belief that cannabis is gateway drug, and that legalization will bring more addiction to other dangerous drugs like cocaine and crack. Could you think, someone told me once, what could happen in the beatnick novel On the Road -where Kerouac tells a crazy trip by hitchhiking from the East Coast to Denver- if cannabis were legal in Colorado with such mad people around you? But this is an unsupported bias, and we haven´t too many experience about these consequences. Taking the example of Holland, where cannabis is legal since the eighties, it is true that consumption of drugs like ecstasis are higher than in other countries, but on the other side, cannabis addiction is lower than in countries like Spain, where cannabis trade is still illegal.

But, even more remarkable than this uncomfortable questions, is the utilitarian point of view of the problem, or if we want to say it in a less philosophical way, the political side of the legalization. US history gives us important lessons about what implies a prohibition. The 20s in the last century were the years of alcoholic ban. It didn’t solve anything. People kept on drinking, and worst of all, alcohol trade fell in the hands of mafias and underworld, provoking a dramatic rise in urban violence (because of rival gangs), health problems (alcohol were most of times adulterated in order to increase the profits of illegal traders), corruption, smuggling  and blackmailing. This sad history is repeated nowadays in countries such as Mexico, Colombia and Central America, and some relevant opinions, from the fields of Economics, Politics and Culture are demanding a complete legalization of drugs, as the best way to improve their societies and bring back some hopes of recovering and economical and social progress.

And finally, we don’t have to miss a very important point of legalization, that concerns the revenues of states involved in these processes. Taxation over these products may bring an important resource of fresh money for the ever scarce state budgets of most of countries. And high taxation may become as well a good way to control an excess of consume of these substances. All this, will make that the balanced debate about these substances, will finally turn in favor of these moderates advocates of a free market for soft drugs. 

jueves, 25 de septiembre de 2014

PARKINSON Y EDUCACIÓN


        La enfermedad de Parkinson es olvidada en la educación,  como en otras muchas esferas de la vida cotidiana. El contacto de los alumnos de la enseñanza obligatoria con la enfermedad es casual, reducido a un apéndice en asignaturas de ciencias naturales o biología, y dependiendo en buena medida del grado de implicación del profesor con la enfermedad. En una breve encuesta de cuatro preguntas breves a 40 alumnos que terminaban la secundaria e iniciando el bachillerato, los alumnos reconocían que apenas se había trabajado el tema a nivel de contenido curricular, concediendo más importancia a enfermedades degenerativas de origen genético. El grado de desconocimiento era además bastante amplio: En la pregunta por “cómo definiría usted la enfermedad del Parkinson”, la enfermedad queda reducida a temblores o movimientos involuntarios, al sistema locomotor, y está relacionada con la edad. A la pregunta de la relación entre la dopamina y la enfermedad, tan solo cuatro encuestados conocían esa sustancia, pero nadie acertaba en explicar la causa de la enfermedad. Por último, se planteaba en el cuestionario si el Parkinson creaba problemas o daños cerebrales, de tal forma que las capacidades cognitivas quedasen afectadas, y doce encuestados defendían que efectivamente existía esa relación. 

Las conclusiones son poco satisfactorias: el Parkinson sigue siendo un gran desconocido para el campo de la enseñanza, y no es fácil solucionarlo. En primer lugar, existe cierto desinterés por las autoridades educativas en tratar este tipo de enfermedades, pero sobre todo por el hecho que existen otros problemas vinculados con la salud que afectan mucho más directamente a la población adolescente o infantil: educación nutricional y hábitos de higiene en los pequeños, o anorexia, bulimia, la drogodependencia o el alcoholismo en los adolescentes. El Parkinson es una enfermedad de adultos, de la que los jóvenes viven completamente separados. Pero, como sostuvo una neurocientífica como Susan Greenfield recientemente, el problema de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson va más allá del número creciente de aquejados de esta enfermedad; se transmite a sus cuidadores y sus familias y se convierte en un problema social y una cuestión laboral en el que los jóvenes deberán implicarse y formarse.

El Parkinson en el currículo educativo y la educación tradicional.

¿Cómo se puede solucionar este desconocimiento de la enfermedad? Una primera solución partiría de integrarlo en los contenidos curriculares educativos: es decir, que el Parkinson se diera en clase como un contenido más. Desde esta perspectiva, quedarían definidas dos posibilidades: una que permitiese introducir esta enfermedad en los contenidos curriculares de las asignaturas, especialmente en educación secundaria y bachillerato, y otra línea de contacto que parta de contenidos transversales en asignaturas que necesariamente no tienen que ver con la rama de biología o ciencias de la salud.

Sobre la primera línea, actualmente estos contenidos quedan limitados especialmente en tercero de la ESO y primero de bachillerato (en la rama de ciencias), donde el Parkinson se abordaría dentro de la asignatura de biología. En estos dos cursos, el currículo queda relativamente orientado hacia aspectos de ciencias de la salud, como el estudio del sistema nervioso, pero quedan dejados de lado en otros cursos y niveles. Sin embargo y dado la amplitud del temario, el Parkinson queda limitado a ser citado como una enfermedad más en el sistema nervioso, dentro de otras muchas, y sin más explicaciones.

Desde otra perspectiva, la enfermedad de Parkinson (como un problema social, y no una mera cuestión biológica) sería susceptible de ser tratada en toda el área de Ciudadanía y la competencia de valores cívicos. Dentro de esta área, el Parkinson puede ser tratado desde una tutoría de secundaria, hasta una clase de Ciudadanía o valores. Desafortunadamente la nueva ley educativa (LOMCE) modifica la carga lectiva de esta competencia, de tal forma que aún no conocemos a ciencia cierta cómo funcionará la enseñanza de esta competencia cuando entre en vigor en su totalidad la nueva ley.

El Parkinson como un contenido transversal bajo una nueva orientación educativa.

Sin embargo, más que como un contenido curricular cerrado en el marco de una asignatura concreta, el contacto del mundo educativo con la dura realidad de esta enfermedad debería ser no tanto como un mero contenido memorístico –tal vez necesario en cursos avanzados de secundaria o de bachillerato, pero escasamente relevante en otros contextos- sino como una experiencia basada en un contacto más cercano con dicha enfermedad. Si el lema que poco a poco se va imponiendo en nuestro viejo y encorsetado sistema educativo es “aprender haciendo cosas”, se hará necesario romper el aula y los libros de texto y llevar la enfermedad a los alumnos, hacerla visible. Bajo esta perspectiva, nuevas actividades se hacen imprescindibles, como pueden ser:

a)      La visita de centros donde se trabaja el Parkinson, desde una perspectiva profesional y desde el área de las ciencias de la salud.

b)      el contacto directo del alumno con experiencias y vivencias de los afectados por esta enfermedad.

            Evidentemente, esto último a veces no es fácil, ni para los estudiantes ni para los propios enfermos, pero se hace mucho más impactante que un mero estudio teórico y aséptico en un libro de texto sobre la enfermedad. Mi experiencia personal en este campo me dice que un encuentro de este tipo es mucho más importante para el alumno que una simple conferencia sobre el tema o muchas horas teóricas de clase sobre la enfermedad. De hecho, el proceso es inverso: después de una experiencia vital, lo más normal es que los alumnos desarrollen una mayor curiosidad teórica sobre las características de la enfermedad, sus síntomas y sus consecuencias.



Mirando hacia adelante: el Parkinson en la educación como PBL

Una vez realizada esta toma de contacto, se abren nuevos campos en la educación que en su mayor parte todavía permanecen inexplorados. Existen nuevos recursos educativos que podrían facilitar una mayor implicación y una mejor comprensión en el problema, y que van más allá del uso de las TICS (tecnologías de la información), la visita a un centro o una clase lectiva tradicional. En este sentido, el desarrollo de un PBL podría ser un buen comienzo. Un PBL  son las siglas en inglés de  Problem Based Learning (lo que se conoce como aprendizaje basado en problemas), que se empezó a utilizar en las facultades de medicina e ingeniería anglosajonas precisamente para desplazar un conocimiento demasiado teórico, anticuado y alejado de la realidad.

Todo PBL funciona con un problema concreto y que necesita una solución. Un PBL aplicado al Parkinson podría empezar por una cuestión tan simple y concreta como: “¿Cómo podríamos organizar adecuadamente una casa o un lugar de trabajo para un afectado por el Parkinson?”, que empezaría por acercar al alumno a la realidad cotidiana de la enfermedad, y que acabaría desembocando en soluciones ofrecidas desde la terapia ocupacional; o “¿Qué criterios podríamos facilitar a un familiar que tiene que convivir en su casa con el Parkinson?”, orientados en este caso hacia el campo de psicología clínica, pero que evidentemente comienza desde una educación en valores. La resolución de estos problemas no implica solo un acercamiento teórico a la enfermedad del Parkinson, sino ponerse en la piel de estos enfermos, lo que significa un aprendizaje mucho más profundo del problema, y también más vital. Esto para la mayoría de los profesores es todavía el futuro, el reto que tenemos delante de nosotros, y nuestra particular contribución desde la educación hacia este problema sanitario y social, desgraciadamente todavía desconocido entre nuestros estudiantes.


domingo, 14 de septiembre de 2014

ESCOCIA Y CATALUÑA: EL MAYOR FRACASO DE LOS PARTIDOS TRADICIONALES

    En estos días se está gastando mucha tinta y neuronas en los nacionalismos periféricos. Por primera vez en su historia como naciones, países como Gran Bretaña o España se ven al borde de la ruptura. Los mercados se contagian del nerviosismo y la libra se resfría. La nación escocesa se ha vuelto loca, asegura el Times. Y lo mismo podríamos decir de las declaraciones más cercanas de nuestro propio país. Nuevamente, hay más de ilusión y expectativas que racionalidad y un frío cálculo de consecuencias  para explicar el ascenso imparable del nacionalismo escocés o catalán. Pero la psicología de masas es así, y el homo economicus pierde la partida cuando es incapaz de mover el alma. 
    Pero, ¿hay algo en común entre estas dos situaciones Escocia y Cataluña? Podemos citar muchas cosas entre estos dos hermanos rebeldes de viejas naciones, pero quizás hay una que en estos días destaca por encima de otras: el nacionalismo radical de estos lugares y su falta de oposición es quizás el mayor fracaso de los partidos tories o de derecha de estos dos países. 
     Los partidos de derecha del gobierno central (PP o los tories) decidieron, desde los años setenta, abandonar tanto Cataluña como Escocia a la suerte electoral de partidos progresistas y nacionalistas. En España, se limitaron a hacer concesiones a los partidos nacionalistas de centro desde los años noventa para mantenerse en el poder. En Gran Bretaña, el partido tory ni llegó a eso y ha sido eliminado como poder político en Escocia. 
   Mientras el laborismo y el socialismo se mantuvieron como alternativas creíbles, los partidos nacionalistas se mantuvieron contenidos. Pero ha sido el fracaso de estos o incluso el alineamiento con el frente nacionalista (desde el estallido de la crisis y antes) lo que ha lanzado a muchos descontentos a los partidos nacionalistas de izquierda. No se trata por tanto solo de identidad, sino también de revolución social, de una vaga idea de que detrás de la secesión existirá una regeneración social y un mundo más justo.  De ahí la fuerza social de este nuevo nacionalismo, que logra aglutinar en torno a él todo el malestar de la izquierda y logra introducir ilusión en el panorama político. Los partidos unionistas apelan al angustiante sentimiento de incertidumbre tras la secesión para evitar la ruptura y detrás del mismo se deslumbra ese "sentido común" de dejar las cosas como están y no lanzarse a locas aventuras; los independistas a la posibilidad de crear algo nuevo, demonizando por supuesto, todo lo que podía significar España o Inglaterra. Lo viejo desilusiona, especialmente a los jóvenes para los que la palabra "dictadura" o "imperio" ha desaparecido de su memoria vital y solo aparece en los libros de historia.
    Quizás los nacionalistas se empeñan en intentar ver unicornios en la línea del horizonte, y se les critique por ello. El caso Pujol en Cataluña, podría actuar de revulsivo para aquellos que piensan que la mera independencia mejoraría la calidad moral de las instituciones y los gobernantes. Pero, sería deseable que aquellos que ostentan el seny, o the common sense, pensansen en quienes han sido los responsables en el largo plazo de esta situación. En cualquier caso, ya es demasiado tarde, y solo queda esperar a lo que dicten los acontecimientos.

jueves, 11 de septiembre de 2014

CÁCERES

Cáceres debe ser de esas ciudades en las que cuando se ven a los universitarios por la calle, en lugar de hacerla algo más cosmopolita, la hacen más garrula y provinciana que nunca. Es lo que hay.

lunes, 1 de septiembre de 2014

POPULAR PIETY: THE LAST RELIGIOUS STRONGHOLD.


       Every summer the same event takes place again. We are in Piornal (Cáceres) but it could be any other little village from rural Spain that still remains inhabited. Village churches, usually empty during the whole year, are crowed by people of all ages, from little children to old grandparents. Assistants are wearing their best clothes and are prepared to enter in the holy place in joy. Silence is kept inside, especially during the offering and the chants. Some young women are dressed in the traditional way, showing long baroque skirts and mantillas and playing popular songs. People then cheer up the local saint, proclaim their loyalty with oaths and promises and at the end of the mass, clap the flowered statue of that saint and start a procession throughout the main streets of the village. Fireworks, traditional music and singing bells follow the religious ceremony. If we asked the people who shared this ceremony, we would find out that not too many of them go to the church in the whole year. Why this religious boom, then? 
 
  Popular piety is something that nerves the clerical stage, but they recognize  that catholic faith wouldn’t survive without this kind of piety. In fact, people have given up thinking religion as a way to save their souls or get a moral guide in life. Many people don’t care too much about life after death or ethical precepts. What it bothers them is the current and earthy life, and the achievement of their own goals. In the case of these summer local celebrations, the preservation of their own identity. Many of them are emigrants who arrived every summer to the village where their childhood lie, and with these events they return to their own roots. Religious acts give to these personal feelings the power to keep attached to their origins. They make their identity holy, sacred, perdurable along the time. They won’t pronounce themselves on body resurrection or deep religious matters, but they will strongly believe in Saint Roque or Saint Sebastian, or the Virgin of the Lake, the Mountain or the River. And they will praise the miraculous fact that thanks to their celebrations, they are together year after year in the very same place.
      According to all this, Christian religion becomes itself in some kind of civic religion, similar to what occurred once in Rome or Greece. The roots of these celebrations, in fact, are a mixture of two different influences. On one hand, local saints’ devotion was developed long time ago in all Western Europe, but specially in Italy in the medieval city states, as a way to preserve their identity from the Papacy or the German Empire. On the other hand, the time of all these celebrations is according to the yearly agricultural calendar. Midsummer is the moment when all cereals and vegetables are finally cropped, and a moment of pause before the grape harvest. It’s time for offerings and thanksgiving. Remote pagan festivals were celebrated then, and Christianity just picked them up and added to their own celebrations.
 Are these good news for Catholics and officials religions? It’s hard to answer. The good thing is that, with no doubt, these local festivities are as strong as they have always been, or even more. Identity processes are stronger than ever because people are always looking for their own roots in the age of globalization. They don’t depend on religious crisis or whatever it can happen to mother church. The bad thing is precisely the same fact. We don’t have to mistake these beliefs with what the proper religion is. Christian faith is being relegated to the sacred moments of our life (birth, marriage and death) and social rituals. So it’s increasingly losing all its deepest meaning: something that wouldn’t be taken as casual or briefing.     

 Offering "el ramo" to the local patron, Saint Roque. This celebration was originally based on the end of the harvest, specially in Castille. Nowadays cherries have sustituted wheat as the main crop in this area of Cáceres, but the purpose is still the same.  




jueves, 28 de agosto de 2014

PODEMOS, AND THE POWER OF IRRATIONALITY IN POLITICS.



A few days ago, I read in El País a remarkable article against the new political formation Podemos. In this article, the author Antonio Roldán stated firmly that we can’t associate Podemos with a serious left-wing political program. Every single measure of this party, like the 35 work hours per week, the revocation of all the pension reforms, the ilegalization of laying off workers in profitable businesses, the control of the European Central bank, or the refusal on repaying the public debt, would lead us to a deeper crisis than the one that we still are suffering. Instead of this, the author suggests what a responsible left-wing party should do.

The arguments that the author sets out for all these critics seem always reasonable and even quite rational, in economical terms. For instance, it has no sense to refuse repaying the public debt, when almost every month the Spanish state needs to go to the international markets and ask for more loans to keep the social services of his impoverish welfare state. But the problem is exactly this point. It’s useless to show a rational speech to a party that it’s based on the contrary. Podemos was voted by hope and despair, rage and anger; its electorate is mainly composed by people who have lost their faith in the system. So they cannot be convinced by nice words and arguments. They became too suspicious, after six years of crisis. I think, for instance, how easy should be to refute the article as a whole. If there are issues that a responsible left party can do –in a different way than the right positions, no need to say so- why haven’t they done anything in the last six years? Are sensible left-wing measures so weak and unpopular that they are not able to communicate any signs of hope to society?
But we could go further in the argument of the critics to Podemos. Even if we endorse the idea that it is not possible another politics than liberalism and austerity, with all the reasons that any conservative economist could give us, this would mean very little for this electorate. It doesn’t matter if in the long run, equilibrium and recovery comes back to economy; the problem is what will happen meanwhile, and who are going to be the winners in all the process. The farer the point of recovery is, the less attractive these politics are. As Keynes suggested once, in the long run we are all dead. Moreover, the less knowledge we have about the winners in the process, the less support we’ll have on the potential losers of the whole process. How attractive can be the idea of extreme austerity, if an important part of the unemployed will never get a job again? In that instant, rationality disappears in our social brain. Rationality turns into revenge. More than one will find attractive the idea of a complete rapture of all privileges, a direct attack on the system as a whole. They are not thinking any more in the advantages they get, but in the disadvantages they can cause on their enemies. So rationality means for them, how much damage I can inflict on the system and the people who are benefited by it –mainly the casta-, no matter the cost that it will take for me in the future. For a long time we have considered democracy choices linked to rationality, common sense and even social welfare. We can’t make this assumption anymore. Democracy, like in ancient Athens, or like in the 30s in Germany or Spain, can be dominated by revenge and death as well.  
We can imagine our crisis as the sinking of a social Titanic. When the ship is still working, low and high are happy enough to tolerate among them. But in the sinking, the priviledged are the only enable to reach the lifeboats. The lower, seen that their salvation is impossible, will choose between two options, help the priviledges to save their live, or try to kill them as well. It is not the case of the old man who leaves his seat for a baby in order to preserve the future; it is the case of an unfair system in which priviledge people haven’t done too much to deserve the place they have in the lifeboat. In fact, some of those priviledged people could be seen as outrageous villains –all the political casta for instance-. If this tale is true, why are we going to support the politics of the common sense? What reasons and arguments can the main two parties hold their position? As we see with fascism and communism, there is beauty in chaos and destruction. And after wiping out the present, there are always places for new buildings to rise.   

domingo, 24 de agosto de 2014

WITTGENSTEIN COMPLEX AND THE FAILURE OF THE PHILOSOPHER




For some people (and I include myself among them), there is an uncomfortable feeling in the air when you are in a meeting with strangers and someone ask politely about your job. Then you hesitate for a while and your brief answer is: I am a teacher, secondary school teacher. After that, the following question makes you feel almost embarrassed. “I am philosophy teacher”, you dare to whisper. If you are of this kind of philosophers, no doubt that you are under the Wittgenstein’s complex.  

This is called to the personal vision of philosophy defended by this philosopher. Everybody –coming from the ashamed fields of philosophy- already knows who was this thinker. Wittgenstein always understood philosophy as a rather useless knowledge, opposite to what science, and more especificaly, technique could offer to mankind: practical and useful wisdom, able to change the life conditions and enhance life conditions. Instead of that, philosophy was some kind of mistake in the human language, a nonsense jargon, deep questions without any satisfactory answer, but that human beings were condemned to formulate by some kind of magic spell on our nature.

For Wittgenstein, the abilites of a mason or a worker in factory are quite superior to all knowledge adquired by philosophy and pure sciences. It is quite known the anecdote when some of his best students asked him what study or occupation he should follow. Wittgenstein's answer couldn't be more disappointing: go back to your little town and learn something useful. Brilliant minds that could stand out in the fields of maths, physics or philosophy should better be sent to dark factories, in the opinion of Wittgenstein. An average worker who could make simple nuts or screws for a more complex machines was a real heroe for Wittgenstein, instead of philosophers and matemathicians.

Of course, all the story could be a complete paradox, and we could accuse Wittgenstein as a complete imposter if he were not doubting during his whole life about the dignity of being a philosophy teacher and a thinker himself; more than once he renounced to all conventions and left his promising scholarship and his job as a university teacher in Cambridge, becoming a soldier, a primary school teacher, a gardener, a stretcher-bearer during the war, or even an eremit. But looks are deceiving: we could object that this continous change of occupations were possible because Wttgenstein in fact was brought up in one of the richest families in the Austrohungarian Empire, and we could doubt that he has ever had any real problem of subsistence.       

            This negative vision of philosophy is at odds with Aristotle’s first concept of this knowledge. The macedonian thinker took philosophy in a very high steem, as a first science, completly free from any bounds with human needs. That was what made philosophy a major wisdom: its complete uselessness. Because it was useless, no tie or bound should be linked with any human need. Therefore, it was just thinking for the mere pleasure of thinking. The more abstract was the subject (as metaphysics) the highest and purest. But Aristotle’s society was a culture where handwork was a slave’s task, and not a noble occupation for free men. Philosophy meant something more than accuteness or inteligence: it was a social class symbol, a leisure for rich people.

Too much time have passed from Boetius, when he stated that philosophy was the only consolation he could afford in his jail, waiting for an unfair capital punishment, and wrote a memorable essay where he received the visit of a young lady, who comforted him in his last hours discussing about good and evil, death and eternal life.


            What happened between Aristotle and Wittgenstein? More than the eruption of science, it was the emergence of a new concept of work what have condemned philosophy to ostrascism, as too many other old sacred things. The old sense of nobility is translated after capitalism in terms of utility. All that once was sacred, vanished, Marx reminded in the Communist Manifiest. That is why after the industrial revolution and the fall of the aristocracy feelings in education, Aristotle’s view started to be seen as shameful.

     Even Wittgenstein was a weird example in his age, when an outstanding and powerful economist like Keynes still was writting sophisticated ethical works and was a refined antique collector, and a first range politian as Churchill was educated under the lectures of Gibbon and was able to write masterpiece books in the field of militar history. But the world they wanted to control and dominate, had different rules and they knew that: they saw themselves as a part of a decreasing intelectual aristocracy, condemned to dissapear in the long run with other terrible and beatiful things. 

      And throughout the wide period between the end of the Great War and the downfall of Communism, the sacred veil of philosophy vanished. It doesn’t count if this is the moment where more books and essays on philosophy are written. Philosophy is out of our lives and our culture, weak, improductive, and in a world definitively designed for profit in the short term as globalization is, becomes an imposible task to face. Recent surveys suggested that common people are unable to stay more than ten minutes thinking about themselves and the goals of their own lives. How could this task be the main occupation in their existences? How can current philosophers bear this overwhelming pressure from our own culture?  

domingo, 3 de agosto de 2014

LEARNING FROM THE GREAT WAR



For many of our students, II War World sounds much more familiar than the Great War. There are lots of differences between both conflicts that explain this fact. First of all, the Second war was a clear fight between good and evil, a clash of ideologies incapable to coexist peacefully (and even Spanish civil war may be understood as a  prelude in this conflict). Nazism represents for most of people the incarnation of evil, of human hatred and cruelty (although this is not the whole scene of the picture, since Communism wasn’t better).

Secondly, it seems that the Second was more definitive  than the First. At the outbreak of the war, all politians and militar staff thought that this should be the definitive war that would solve all the problems between the European nations, but the fact was that most of the conflicts that prompted the outbreak of the Great War remained mainly unsolved after the conflict. Moreover, historians understand the second war as a continuation of the former. In opposition to this, a new age starts after 1945, in which Europe is going to lose his preminence in geopolitics forever, and becomes merely a stage in the confrontation of the new two supreme world powers, USA and URSS.

Finally the inner history of the Second War seems more attractive to study. The blitzkrieg was more brilliant than trench warfare. Strategist like Rommel, Montgomery or Patton are much known than the Great War dark generals, stuck in a old fashioned way of warfare and unable to understand the impact of technology in the frontline. Undecisive bloody battles were fought for five years in the Great War, meanwhile the II WW campaigns were dynamic and seemed that any of them could change the tide of war and the winner side. From 1915, soldiers in the frontline stopped to understand what they were fighting for and despair and nonsense started to spread out. Existentialism had its origins in the trench warfare and pacifists started to rise their voices in opposition to war, like Russell in the UK. Only Americans could think that they were fighting for freedom when they joined war in 1917 for different reasons than Europeans did in 1914. In the Second, from the first day till the last bullet was shot, people were fighting for ideas or they were made to believe that.



But these assessments could lead us to a serious mistake: to consider that current and future wars are more similar to the IIWW and not like the Great War. American society tends to judge any war in terms of good and evil; fairness and mischief. It worked in the beginning of the Cold War, but it was soon revealed that it wasn’t a mere conflict of ideologies but of interests and power. Nowadays, holy wars against terrorism are always tainted by economical and geopolitical interests (oil and Israel mainly). The main reasons in our present conflicts are just greed from one or both sides, and the faint moral advantage that one side can offer from the other, is its own weakness (as it happens in the Palestinian conflict, for instance). Tucydides was right, almost 2500 years ago, when he assured that the origin of most wars relies on too much power in one side, and fear of that growing power on the other. Athens was too ambitious, and Sparta too scared, so after all diplomacy failed, war started.   

These circumstances were present in the first worldwide conflict,
as it’s perfectly showed in the works of Margaret MacMillan in The war that ended peace. The Great War was a scary addiction of greedy selfish interest, suspicion from all sides, plus enormous miscalculations, and these conditions make the conflict more interesting to learn, especially in the previous period to the war, where complex reasons created an unbreathable atmosphere that ended in a shared war declaration. It’s extremely hard to find good reasons that enable to legitimate one of the fighting sides from the other. Some could say that the Triple Entente was fighting for democracy, but it wasn’t since Russia was on this side. For British and French, political and economical purposes easily banned any kind of moral biases against the Russian autocracy. This changed a little bit, since Russia left war after the bolquevis¡h revolution and America entered in the conflict due to the German terrorist attacks against neutral ocean liners like Lusitania, but for then, all moral superioriy had disappeared in both sides.
But what made IWW an exception from all the previous conflicts were the terrible miscalculations from all the political and military elites. There were two main mistakes: a diplomatic one and other based in the proper warfare. Politics in the previous years of war was becoming more and more intrigating and destructive. Elites of different powers were playing a complex chess game, where little countries were considered as pawns, and often changed alliances in order to fulfil their national interests. In addition to this, political game was only played inside the government offices and Royal palaces of Europe with little regards for transparency and public information. This led to four crisis at least in ten years, that could end in a war outbreak, mainly centered in the Balkans and Morocco. It was just a question of time that military conflict should emerge, and all the countries were getting prepared for this unpleasant context.    

The second miscalculation came from the impact of technology and industrial society in the manners of warfare. All the countries thought that war would last only for a few months, consisting in a brief and powerful military campaign where the enemy should be overunned or vanquished. Nobody expected that trench warfare came out, and technology created an impasse that would last four bloody years. And of course, nobody could imagine that fighting for trifles, they would lose everything in the end of the conflict. 


All these sound familiar for the present. Conflicts are getting more difficult to discern in moral terms (the “good side” promptly disappears), increasingly being a fact of power, and mistakes are in the order of the day. Just taking the example of the Ukraine crisis, the destruction of the civil aircraft in the hands of one of the sides in war was an unexpected fact in the conflict, with unknown consequences for the conflict. And unfortunately, these unpredictable consequences are paid with  civilian and innocent blood.  

jueves, 10 de julio de 2014

THE POOR SNAKE DIED... BY HUMAN IGNORANCE



 
There's nothing new under the sun. Some animals suffer human hate and resentment unfairly. They are condemned by mere prejudices, biases of all kinds and unreasonable traditions. These species that have the bad luck of coinciding with human beings, are ignorant  of these  meetings being fatal for them, and used to finish with the cold-blooded killing of the animal, without a reason: toads, frogs, lizards, spiders, snakes, insects, wild beast (the list is unfortunately quite long). Some evolution psychologists claim that this peculiar hatred is embedded in our most deep genetic structure, inherited by a long history of bad encounters, where human beings have had to fight against an extremely hostile environment for their own survival. But our genes don’t explain a hundred percent our behavior, no matter what psychologies may say about the question. In other words, our behavior is dictated not only by genes, but by our education and our own cultural roots.
In our closest environment, this happen with water snakes. A diabolical symbol from the very beginning of our culture heritage, we don’t seem to care too much about the fact that these poor animals are completely harmless for us. Even my grandmother used to tell me, in my childhood, that water snakes smell pregnant women’s milk, and slither up the beds during the night, and suck the liquid from the women’s breast while they are soundly asleep. These tales were not unusual in the North. Maybe the great disgrace for the Natrix maura  or viperian water snakes, is their slight similarity to vipers, used as a defense mechanism  to scare predators. And what is a cunning strategy for the survival in a pond or a river, became a terrible handicap when the little snake face human beings.
Unfortunately, old tales are still alive, at least in a way. Three days ago we had the great pleasure of beholding a couple of little water snakes swimming across the channel in the Parque del Príncipe, haunting frogs and little fish. Like many other occasions, it was fascinating to observe how the fast swimming of the snakes alerted all the closest frogs and start to flee at the sight of the predator. Frogs jumped out the water: they instinctively know that a persecution in the water means certain death for the amphibian and easy food for the snake.
Two days later we found one of the snakes in the same place. But this time, the reptile was floating in the water surface, showing its yellowish belly, swollen and undoubtedly dead. We decided to take it out of the water, and examine the possible reason of its death. There was no doubt. The unlucky snake was crushed in the inferior part of its head, possibly by a wood stick or something similar. Therefore, it wasn’t death by natural reasons. Someone killed it, out for fear, disgust, or simply fun. The snake died because of human ignorance  or cruelty. I tend to think that this kind of fatal accidents is almost unavoidable, but why instead of nasty feelings, don’t we start educating our tastes and preferences, and show some kind of awe and mercy or even fascination for these particular animals? Instead of reacting in a violent way, let’s express other more pacific sentiments forwards these animals that, no need to be said, play an important role in the environment, eating lot of bugs and insects that we consider a plague.

I can’t help but provide an explanation that would avoid us to mistake a viper from a water snake. On the right, we have a water snake’s head, rounded, with a round pupil (like most of frogs), and flattened nasal orifices. Furthermore, water snakes tend to show big skin layers in the very end of the mouth and sometimes on its neck. Instead of this, vipers heads are triangular, their pupils are sticky (like toads), and their nasal orifices tend to be pointed. Seen as a whole, water snakes´ bodies are quite thin, with a long whipped tail. vipers, on the contrary, tend to be fattish, sluggish, and with a short tail.  Some people might reply with the old argument: “I have no time to check if it’s a viper or a harmless snake, therefore I kill them, just in case”. This eternal lullaby has been heard for a long time, and it’s worthy to recognize that viperian snakes look like a viper as a way of defence from predators. But if you find a supposed viper inside the water, or still better, swimming in the very deep of the pond (as viperian do), take for granted that it won’t be a viper. Moreover, if we still listen the “just in case”, you must bear in mind that a Spanish snake will never attack if it doesn´t feel threatened first. So let’s forget this preventive war that we are always ready to declare when we meet a beautiful ophidian like the water snake.

jueves, 26 de junio de 2014

WHAT IS WRONG WITH TED TALKS?

       Of course, I agree that TED talks are brilliant. TED means originally "technology, entertainment and design", but covers sciences and arts too. The idea is too smart to be a failure. The perfect combination of bright ideas in a short time (just 18 minutes, enough to express widely the ideas, not too long to avoid our brain to switch off)  in the hands of powerful orators, able to convey attractive ideas for the Internet audience. In fact, although TED is a relative old idea (beginning in 1984) this schedule is well adapted to the Internet universe. I recognize myself staying hours in front of the screen of my computer, searching TED talks of the most varied topics and areas. 
    Therefore, if this is the useful formula to get a huge audience in such a competitive context as Internet, what is wrong with TED? Just one mistake: sometimes it's too American. Not because they seem always quite optimistic. It's just because most of them follow a similar coda: If you want it, and you fight quite enough for it, you´ll make your dream come true. After two hundred years, the American dream is still alive and in good health. Here, of course I am referring specially to all the talks concerning neuroscience, social psychology, wellness, health and education. We don't make the world a better place to live just because we don't want to. Our brain, our psychological skills would be able to do that. But the fact is that we are not only our brains. And of course, that not everything could be explain from our brain organization and how it understands the world and the others. 
   Most of TED participants (not all) believe in doctor Pangloss' ideals, the famous character of the Voltaire's novel Candide, and reflecting itself Leibniz's philosophy. We are living in the best of the possible worlds. If it doesn't work, it's because you are not looking at it in the right way. It's sure that finally you will find the proper and good way to understand it. And of course, anything that it doesn't suit on your interpretation, ignore it. Because the people that appears in this programs are world specialist in a single matter, it is easy for a psychologist, economist, an art designer or whatever you find in this programs to avoid all kind of things that seems uncongruent whit their thoughts. Just as the panglossian view of life.

miércoles, 25 de junio de 2014

RELEVANCIA PSICOSOCIAL DE LA LOGOPEDIA EN LA ENFERMEDAD DE PARKINSON

Aquí dejamos un pequeño artículo de Rosa Muñoz,
hermana del G.P., al que hemos hecho alguna aportación:


Tradicionalmente se ha venido entendiendo la relación de la logopedia con la enfermedad del Parkinson desde una perspectiva médica, a partir de un tratamiento vinculado exclusivamente a las disfunciones que presenta la enfermedad del Parkinson en los campos del habla, el lenguaje, la voz, comunicación y deglución. Sin embargo, hasta el momento no se han planteado con la suficiente profundidad las implicaciones de estos problemas puramente fisiológicos en el campo psicológico y el impacto en el entorno social de los pacientes afligidos por esta enfermedad.

Si deseamos formular nuestra tesis en forma de pregunta podría ser así: ¿cuáles son las otras repercusiones de la terapia logopédica, más allá de los aspectos fisiológicos del lenguaje? ¿El logopeda se centra en el ámbito puramente físico de la comunicación y la deglución o va más allá y busca un trasfondo neuropsicológico para mejorar la calidad de vida del paciente a distintos niveles sociales y emocionales?

La necesidad de esta perspectiva viene dada no ya por la formación académica, más teórica y aséptica, sino especialmente por el trato humano con los pacientes durante más de una década: atender una media de 17 pacientes diarios nos permite conocer una patología de una forma más profunda que cualquier otra fuente alternativa de conocimiento y reconocer la importancia de esta variable psicosocial. A continuación, haremos referencia a varios problemas de Parkinson, tratados desde la logopedia, y que afectan de manera dramática esta variable psicosocial: la respiración, la comunicación verbal, la atención y la memoria y la comunicación no verbal.


1.    Respiración. Los enfermos de Parkinson ejemplifican dramáticamente esta situación: “intento hablar… pero la voz no sale de mi cuerpo”, “me despierto por las noches como si me faltara aire y la muerte fuera a darme el último beso”. La respiración es el centro de toda rehabilitación logopédica, no solo por la implicación en los aspectos de comunicación y deglución, sino por el trasfondo psicológico que conlleva: el aumento del estrés ocasiona un cambio en la respiración: se inhala menos oxígeno, ocasionando cuadros de ansiedad. Como consecuencia, el organismo se cansa más debido a la falta de oxigenación en la sangre; los músculos pierden vigor e impiden mantener el cuerpo erguido, presionando así los pulmones y órganos internos. El cerebro, por otra parte, reduce su rendimiento y provoca somnolencia. En definitiva, una alteración de la respiración, uno de los hechos básicos que permiten nuestra vida, modifican cuerpo y mente del paciente. De ahí su importancia en la rehabilitación.


2.    Comunicación verbal (voz, habla y lenguaje). Una paciente de Parkinson describe esta situación típica de la enfermedad: “cada día que ha ido pasando desde que tengo Parkinson, me siento más lenta al hablar, como si me diera pereza empezar cada frase. Las palabas no fluyen de mi boca con agilidad. Alguna vez le digo a mi amiga: “hoy estoy un poco lenta, las palabas no me vienen a la cabeza y no tengo fuerzas para hablar en alto”. Añadimos a esto la incapacidad para conversar, intervenir en un coloquio o una discusión, la necesidad de repetir la información varias veces. Todo acaba traducido en una paulatina reducción de la comunicación verbal al campo de la escritura, por la creciente inseguridad del enfermo de Parkinson en su capacidad de habla y modulación de la voz.

Las consecuencias de estas carencias a nivel psicosocial son evidentes. A medida que el enfermo de Parkinson pierde capacidades de comunicación, también pierde capacidad de interrelación afectiva y social e igualmente de estabilidad  emocional. Y no solo influyen en el paciente, sino sobre todo en el entorno más cercano del mismo. Cuando la comunicación verbal queda dañada, la sociedad y su entorno afectivo y familiar, corre el riesgo de caer en una serie de malentendidos, prejuicios e ideas que acaban dañando seriamente la comunicación con el enfermo. Perciben al paciente de Parkinson como una persona con capacidades disminuidas por la erosión de la comunicación. Autores como Hummert indican que existen estereotipos negativos que se resumen, en función de los rasgos que incluyen en cuatro: muy deteriorado (lento de pensamiento, incompetente, senil…), abatido (deprimido, triste, desesperanzado…), cascarrabias (quejica, malhumorado, amargado…), o recluido (callado, tímido, ingenuo…). La pertenecia a cada grupo de rasgos indica que el logopeda debe interactuar con el paciente de una forma particular, que pasa por modificar nuestra forma de habla, el contenido de nuestra comunicación o el diálogo.  


3.    Atención y memoria. Los enfermos de Parkinson definen este estado como una incapacidad permanente de mantener la atención sobre cualquier acontecimiento o conversación que les rodea, dando una permanente sensación de soledad. Como un paciente atestigua: “Sé que es debido a mi enfermedad, pero mi familia dice que no les presto la suficiente atención, que no hago otra cosa que escudarme en el Parkinson cuando no comprendo algo, dicen que lo provoco, que no pongo nada de mi parte… me siento incomprendida y me duele”.

Para entender esto,  debemos ser conscientes que un problema atencional acaba afectando la consolidación o recuperación de la información. De esta forma, los pacientes de Parkinson se enfrentan con problemas cotidianos para retener información de lugares, o para solucionar problemas básicos en los que se hace necesaria una relación fluida de elementos que habitualmente retenemos con la memoria: dificultades para calcular distancias, orientarse, reconocer o recordar la ubicación de objetos. Pensemos que este no es un déficit de memoria ni un problema neurológico de inteligencia, sino algo previo que emana de la capacidad de percibir fluidamente inputs de información, pero que a escala social da lugar a malentendidos y al mismo tiempo afecta la estabilidad emocional del paciente, haciendo perder su autoestima y su autonomía personal.

4.    Hiponimia (comunicación no verbal). Como es bien sabido, el lenguaje no se reduce a las palabras y alocuciones verbales. El cuerpo es comunicativo en sí mismo, los gestos y nuestro comportamiento expresa con igual  fuerza estados de ánimo y sentimientos que a veces se transmiten con dificultad con el lenguaje verbal. La incapacidad de manifestar gestualmente los sentimientos provoca un profundo sentimiento de frustración en el paciente. Como expresa uno de ellos: “No sonrío con facilidad. Mi rostro está rígido e inexpresivo, lo que puede provocar confusión cuando mis nietos me muestran su último dibujo o libro: no pueden ver que estoy sonriendo por dentro”.

Dentro del lenguaje corporal, la expresión facial emocional, en la que confluyen ojos, cejas y boca, se convierte en un auténtico espejo de la conciencia de vital importancia para transmitir no solo sentimientos sino también ideas o conceptos. En los pacientes de Parkinson, estas capacidades se encuentran profundamente alteradas, y tienen como consecuencia el aislamiento y dificultades en las relaciones.

Como vemos en conjunto, los problemas del lenguaje que son el objeto central de la terapia de logopedia, se convierten en puertas fundamentales para problemas psicosociales que rebasan el aspecto puramente fisiológico o médico de la enfermedad. Esto obliga al logopeda en contacto con el Parkinson a plantear seriamente su actuación como una forma de paliar estas deficiencias psicológicas.

La relación entre la estabilidad emocional del paciente y la propia evolución de la enfermedad de Parkinson es muy estrecha. El hecho de que sustancias químicas afectadas por el Parkinson tengan también sus consecuencias negativas en la psicología del individuo acentúa todavía más esta relación, y convierten a la logopedia no en una mera terapia del lenguaje, sino un puente fundamental para que el paciente observe como su calidad de vida y su estabilidad emocional no merma demasiado y así evitar problemas de depresiones, frustración y aislamiento social. Nosotros somos en definitiva seres sociales y comunicativos, como ya se decía desde la antigua Grecia hace dos mil quinientos años. Sin el desarrollo de los anteriores tipos de lenguaje de los que hemos hablado, caemos en el aislamiento. El lenguaje se convierte así en la sangre y el corazón que nos mueve a escala social. Sin él, el ser humano está condenado al exilio interior, al más solitario ostracismo. El logopeda debe evitar esa incomunicación del paciente y reconocer qué área del lenguaje resulta más importante para la estabilidad del enfermo de Parkinson.

En conclusión, no hay un único diagnóstico ni una única terapia en la relación de la logopedia con el tratamiento del Parkinson.  La divisa clara es que cada paciente exige un reconocimiento propio y específico centrado en cómo la enfermedad y sus implicaciones en el área del lenguaje afectan sus constantes psicológicas y sociales. Un buen conocimiento de estas circunstancias psicosociales influirán en el logopeda para priorizar las necesidades básicas que necesite el paciente en cuestión, tanto en materia de prevención como paliación de las deficiencias del lenguaje.

viernes, 13 de junio de 2014

LA VERDAD DE LA MACAÓN

Me susurraba la macaón al oído:
Verdad: dícese de la mentira en momento de éxtasis, cuando todos creen ver brujas en un campo vacío.

Verdad: dícese también del deseo incontrolable de buscar sentido cuanto antes a una existencia  temerosa de desaparecer en cualquier instante. 

Verdad: Salir a dar un paseo. El mundo tiene un orden externo a nosotros, pero solo tiene sentido su búsqueda por nuestro deseo de conocerlo, agarrarlo, apresarlo con nuestra conciencia.

Caramba, y yo que pensaba que las mariposas no eran capaces de hablar con las alas, y ahora resulta que leen a Nietzsche...

lunes, 9 de junio de 2014

LA MONARQUÍA NO ES UN PROBLEMA DE DEMOCRACIA, SINO DE IDENTIDAD

    No, no puedo evitarlo. El debate de la monarquía o república es un tema sabroso, intrascendente, casi frívolo para los tiempos que corren. Y sin embargo, ahí lo ven, soltando ríos de tinta a mansalva, manifestaciones ruidosas a favor de la república, explosiones patrióticas... Es difícil no quedar fuera de este tinglado mediático y social, que está a medio camino entre la política seria y el gosipeo pseudopolítico.  Permítanme, en primer lugar, dudar de la importancia democrática del asunto, que tanto ensalzan los republicanos. Más importante que el déficit democrático que representa una monarquía (impuesta en el paquete constitucional del 78), y que por lo tanto no es elegida por los ciudadanos de a pie, me resulta el hecho que mi voto no valga lo mismo dependiendo del partido al que vote o la región en la que lo haga, que el TC esté tan politizado por los grandes partidos (y por lo tanto no haya división de poderes) o que seamos incapaces de frenar la corrupción. O incluso que unos malabaristas del balón vayan a recibir primas gigantescas por ganar un campeonato mundial (aunque no sé si será dinero público el que hay en juego o es dinero de la federación).
     El caso es que poco va a cambiar por dormir monárquicos y levantarnos como Dios quiera que nos levantemos. Dicen los defensores de la monarquía (El País, por ejemplo), que la abdicación del rey afianza el proceso de reformas. Sería cierto si el nuevo rey tuviese el papel y los poderes que tuvo el monarca en la transición, pero ya no es el caso. El rey Felipe VI a lo sumo podrá sanear y airear las cuentas de su casa, pero bastante poco más. Por otro lado, los defensores de la república, proclaman un cambio trascendental, una segunda transición (ni más ni menos), como si al cambiar de nombre todo el edificio institucional quedase regenerado. La palabra "república" tiene todavía enganche taumatúrgico para algunos (pocos, pero precisamente los más ruidosos), rémora de sueños perdidos y revolucionarios que posiblemente nunca lleguen a realizarse ya. Y después de proclamar la república, ¿qué?
       Por todo esto, tiendo a pensar que el conflicto monarquía república tiene algo de miga de déficit  democrático, pero sí mucha de identidades encontradas y opuestas. Por poner el típico ejemplo, la monarquía británica es poco democrática (hasta hace pocos años había hasta una cámara de lores elegidos por designación real) y sin embargo a los súbditos de Isabel II les importa un comino: es un símbolo identitario inglés intocable, que sirve además para mantener lazos culturales y simbólicos entre el antiguo imperio y la metrópolis, ni más ni menos. Hasta los escoceses confirman que caso de independizarse, seguírian siendo súbditos de la monarquía inglesa. La monarquía española en cambio no tiene este glamour identitario. Incluso cuando ha probado ser más austera, efectiva, seria y responsable que la británica (y no quiere decir aquí que sea maravillosa), no ha podido rodearse de la brillantina identitaria, auténtica coraza contra demócratas incrédulos. Incluso cuando una monarquía hispánica podría recuperar ese vínculo de unión entre pueblos prácticamente autónomos o independientes, como ocurrió con los Austrias o incluso con el carlismo, ese legado está perdido o resulta irreconciliable con la historia más reciente. Muchos historiadores buscan en estos días quimeras identitarias que la monarquía podría subsanar o representar hipotéticamente, pero se dan de bruces con la realidad del siglo XX: una II República mítica, idealista, la mayor aspiración democrática en la historia de España y derribada por fuerzas ultraconservadoras y que en el día de hoy algunos aspiran por reconstruir. No es nuestra mejor historia, pero es la que tenemos, y se deja sentir en el imaginario político colectivo. Regeneración, libertad, progreso y modernización, para algunos; caos, conflicto y luchas para otros. Frente a esto,  la monarquía está vacía de todos esos significados, positivos o negativos. El franquismo la ahogó en su seno.
     Y mientras, una parte importante de los españoles, que no son ni de izquierdas republicanas ni monárquicos al sentido británico, optan por el pragmatismo. Para ellos pesan más los cargos contra el yerno del rey y las cacerías de elefantes, que las identidades históricas y políticas. Así que como mucho aspiran a que Felipe VI sea un buen presidente de la república bajo su forma real (no me parece un mal candidato en el fondo, a falta de un político con carisma y neutro en nuestro país). Y para eso, tarde o temprano tendrá que llegar algún referéndum que debata la cuestión, aunque no sea algo para mañana mismo...