Cuando la autenticidad de uno mismo se viste de intransigencia hacia los demás, la verdad se vuelve una luz cegadora.

martes, 11 de octubre de 2011

UN MISMO EXPERIMENTO, DOS ENSEÑANZAS DISTINTAS

     
      Hablábamos en clase en torno al Sr. Sócrates sobre la importancia de la paideia y la importancia de crear seres autónomos y políticamente capacitados para afrontar las necesidades de la sociedad. Se le ocurrió entonces al Sr. Tiburcio unir los fragmentos de estas dos películas políticamente incorrectas para averiguar el alcance de una verdadera paideia sin premisas ideológicas de partida. El dilema de La Ola bien podría ser una paideia adulterada, pero parece incluso más atractiva y actual que el viejo y nostálgico Club de los Poetas Muertos. Quizás sea porque venimos de vuelta de años libertarios en el sistema educativo, o quizás porque los propios adolescentes adoren el concepto de grupo: algo interesante para ser planteado.

1 comentario:

  1. Yo creo que los sistemas educativos libertarios o cualquier otro, aunque sean mejores siempre van a estar en cuestión, porque nunca va a existir un sistema educativo que tenga un éxito total respecto de sus presupuestos teóricos.
    El problema de la educación no es otro que esa búsqueda del ideal que nos lleva a avanzar y a vivir en una tensión permanente. La educación y su cuestionamiento continuo es el mejor paradigma existente sobre las contradicciones y virtudes de la cultura occidental. Un abrazo.

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