Cuando la autenticidad de uno mismo se viste de intransigencia hacia los demás, la verdad se vuelve una luz cegadora.

martes, 21 de septiembre de 2010

POR FIN REINA EL ORDEN


Cartel de mayo del 68, del taller popular
y la escuela de Bellas Artes de París.
  

Cuarenta y dos años han pasado de una revolución a otra. De mayo del 68 a la era Sarkozy: de la emancipación de los jóvenes a la expulsión de los rumanos. Distintos tiempos, pero posiblemente las mismas personas que vieron la rebelión de Nanterre desde las ventanas de sus casas, estén observando hoy en sus televisores, más viejas, más consumidas, desgastadas y con total indiferencia, la abierta discriminación hacia la comunidad gitana rumana. Y es que ya se sabe, cuando los franceses (o los españoles)hablan de libertad, igualdad y fraternidad... solo hablan de la suya propia, aunque pase por la vejación de sus vecinos.  

4 comentarios:

  1. Al final siempre volvemos sobre el lenguaje ¿eh? ¡Cuánto lustre han perdido con los años las palabras "libertad igualdad y fraternidad"!

    Un saludo

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  2. Je je je... cuánta razón tienes, maese Despo. Al final el lenguaje siempre acaba traicionando nuestras ideas y nuestros propios conceptos.

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  3. Sii, la pena es que ahora nos toca a nosotros cargar con la mitad de los rumanos que vienen de francia...

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  4. La historia es pensar en los rumanos como inmigrantes ilegales, cuando tienen los derechos de residencia de cualquier otro europeo. Así que "cargar con ellos" es una obligación legal que no tenemos con otros inmigrantes. Si no nos gusta, cambiemos la ley, pero no juguemos a lo que no somos... Digo yo.

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