Juegan negras y ganan blancas. (Foto de 3º ESO 2009) |
Visto que todos los blogs amigos han escrito sobre el tema un día antes de la huelga, aprovecho en el mismo día del acontecimiento para escribir algo sobre el problema, y en el breve respiro que supone la siesta de Juan hacer una pequeña valoración personal. Reconozco que me ha podido la apatía y la desidia en un medio indiferente ante la huelga, mis prejuicios hacia sus organizadores y mi falta de confianza en las movilizaciones de clase. Quizás no falten las razones objetivas para la huelga, pero a mí me han fallado las ganas y la motivación personal. Ante esta crisis de identidad política, el señor Tiburcio me aconseja cada vez más que abandone la cosa pública de mis obsesiones personales y me dedique a cuestiones más privadas y caseras como la investigación de minerales locales, hacer un herbario o inventar juguetes para Juan. No merece la pena gastar tinta en cosas así, si uno no va a actuar en consecuencia.
Qué afortunado. Mi situación laboral personal, cada día que pasa más frustrante y, cómo decirlo, ¿hiriente? ¿desesperante? ¿agobiante?, así como la percepción de la situación de mi generación (40% aprox de paro; del resto que sí trabaja, como un 60%, creo, con contratos temporales y/o precarios; y un 44% de sobrecualificación, es decir, personas que ejercemos trabajos por debajo de la cualificación para la que estamos formados) no me permite la indiferencia. Respeto a quien no hace huelga, aunque no lo comparto, pero no creo que no hacer nada sea una solución mejor. Quizás la organización no es la idónea (me pregunto cómo pensáis que había que hacerlo, más bien creo que para quien no quiere hacerla nunca va a haber una forma en la que esté bien planteada); quizás no sirva de mucho (de menos sirve encogerse de hombros y mirar hacia otro lado); quizás esta sea una forma de protestar más del pasado que del presente (me gustaría saber de otra igual de válida para los trabajadores, que no podemos chantajear a nadie con llevarnos nuestro dinero a otra parte, por desgracia no lo sé). En todo caso, me maravilla cómo se puede permanecer indiferente ante la situación que vivimos y me maravilla también cómo la gente es capaz, en cambio, de salir en masa a pegar voces ante un gol de su equipo y no inmutarse cuando juegan con su pan (no es demagogia, yo siento mi pan seriamente amenazado, si es que se entiende el alcance que eso tiene).
ResponderEliminarImagino que dáis esta batalla por perdida ?
De todas formas, esto que digo no es por ti en particular, creo que lo que dices refleja la opinión de muchos, y al menos no utilizas excusas inverosímiles, simplemente te la suda. Se agradece la sinceridad, aunque duele un poco, la verdad.
A mí hace tiempo que me viene cabreando la actitud de los sindicatos (también y mucho en Extremadura). Pero, digo yo, para una vez que hacen su trabajo, se enfrentan al Gobierno y defienden los intereses de los trabajacores...
ResponderEliminarPor eso fui a la huelga, porque la deriva de las políticas gubernamentales nos perjudica a muchos.
Espero que los sindicatos tomen nota y no pierdan fuelle a partir de hoy día 30.
Un saludo
Para Fa:
ResponderEliminarbueno, pues sí, tenéis razón y supongo que lo dicho hasta puede resultar hiriente. Qué queréis que os diga? Qué entone un "mea culpa"? Pero digamos que también tengo derecho a ser cada vez más escéptico y desconfiado en materia política, tanto hacia un lado como hacia otro. Naturalmente ser escéptico es hacerte conservador "de facto", aunque no de ideas. No cabe duda. Y partiendo de que yo también soy de los que tienen mucho que perder en estas reformas en un futuro próximo.
Y joder, Fa, vaya sermón! Vaya superioridad moral tan manifiesta... Caramba, ni que hubiera cometido un pecado capital por no hacer huelga y mi alma estuviera condenada en el infierno ideológico.
Por otro lado, esta batalla está perdida desde el momento en que el gobierno ha dejado de tener margen de maniobra en materia económica y pasamos a depender de la política dominante en países como Alemania y de los dictados del mercado de la deuda. Naturalmente, no se gana nada estando de brazos cruzados...
Y por último, experiencias en mi ramo me incitan a pensar de manera positiva con el abaratamiento del despido para las PYMES. Un abaratamiento en el despido permitiría engrasar puertas chirriantes en la educación concertada y evitar muchas injusticias. Naturalmente, es una experiencia particular en un sector determinado, pero eso me empuja a pensar que hablamos muchas veces de generalidades en el campo de la política.
Para Despo:
ResponderEliminarHemos contado más los medios y procedimientos que los propios fines en la huelga. Y yo entre ellos.
Tienes toda la razón sobre los sindicatos. Han sido el chivo expiatorio para desacreditar la huelga por parte de los que se oponían a ella. Hasta el punto que mucha gente que no ha ido a la huelga no sabía nada de la reforma laboral, pero sí de su odio a los sindicatos. Creo que lo dejabas claro en tu blog el otro día.
Quizás el hecho de mirarse en el espejo de la sociedad española era necesario en los sindicatos para hacer borrón y cuenta nueva, y empezar una nueva etapa para ellos, en la que tengan más legitimidad social.
Un saludo!
Pues yo si he ido a la huelga. Porque no me parece bien la superioridad moral que estableces respecto de la empresas hacia sus trabajadores.
ResponderEliminarSi consideras que se ha de rebajar el despido y hacer partícipe al trabajador de los costes de una mala gestión, entonces también se le debería hacer partícipe de los beneficios. ¿Por qué los empresarios o juntas directivas cobran más que los trabajadores si ellos no son los responsables de la situación de la empresa?
Lo único que se ha conseguido es un nuevo consenso Washington, ahora en Europa, donde la redistribución de los costes económicos de la crisis ha caído injustamente sobre aquellos que no la han provocado. ¿Por qué no se interviene el capitalismo financiero?
Además tú que eres profesor de filosofía y ética ¿Por qué consideran inevitables las políticas económicas de ajuste? ¿Es que ya no hay democracia? ¿Es que la ciudadanía ya no puede equivocarse? ¿En qué circunstancia queda el individuo liberal, si son las grandes corporaciones económicas las que deciden por él?Respecto a la legitimación social. ¿Qué entidad tiene en nuestras sociedades legitimidad? ¿Empresarios, partidos políticos, individuos...? No creo que los sindicatos estén más deslegitimados que tú o yo, que también funcionamos dentro de organizaciones educativas del siglo XIX y que no sabemos adaptarlas a las necesidades de una sociedad cambiantes que ha roto los esquemas, por enémisa vez, en los que nos movemos.
Por cierto, si desacreditamos a los sindicatos, también los hacemos al conjunto de la sociedad española. Ni partidos, ni sociedad, ni sindicatos son independientes de los individuos que los formas... Así que deberíamos todos tomar un poco de nota sobre, a lo mejor, nuestras decisiones y dejar de cuestionar tanto a los demás, que al menos intentan mejorar nuestras condiciones de vida.
Me gustaría el día que surgiera el no huelguista consecuente y renunciase a las ventajas que ha obtenido en su trabajo con el esfuerzo, el dinero y el sacrificio de otros. Si alguna vez te despiden, espero que no sea así, espero que al menos me devuelvas con tu indemnización la mitad del salario que me han quitado en este día por defender tus derechos como trabajador.
P. D: Lo de recurrir al autoritarismo moral de la izquierda creo que ya está desfasado en nuestro discurso, lo digo por los dos, que ya han pasado los 90 y varias ediciones de la Postmodernidad. Que viejos, jejeje.
Esto es la guerra, Angel, son años y años de curas y monjas dándome sermones sin pedir permiso y de charros retrógrados diciendo sin tapujos a los cuatro vientos las burradas que se les pasan por la cabeza; a partir de ahora me tomo la revancha, a dar lecciones a diestro y siniestro, hale! No me lo tengas en cuenta, que no es con acritud.
ResponderEliminarUfff... Sí ya me decía a mí mismo que me tenía que haber callado la boca y no decir nada. En fin, entiendo vuestra rabia ante mi postura tan burguesa y acomodada...
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