Cuando la autenticidad de uno mismo se viste de intransigencia hacia los demás, la verdad se vuelve una luz cegadora.

lunes, 27 de abril de 2009

PUNTOS SUSPENSIVOS SOBRE BOLONIA

PUNTOS SUSPENSIVOS SOBRE BOLONIA.
No creo que la ciudad de Bolonia haya sido más famosa en la red que hoy en día. Existe tal saturación de información en Internet sobre el polémico tratado, que provoca en más de uno (yo me cuento entre ellos) una desorientación total sobre lo que esto puede significar. Ante todo porque lanzar elucubraciones sobre un tratado que no se ha puesto en marcha ni ha demostrado nada, es casi como hablar en un vacío absoluto. Pero precisamente es este vacío lo que más me asusta en torno a este tema.
El Plan de Bolonia, tal y como se ha concebido desde las instituciones europeas es, como todo documento europeo, una declaración tan abierta que da pie a que cada cual haga con ella lo que le venga en gana. Puede haber planteamientos totalmente divergentes sobre su financiación y puesta en práctica. Puede ser pública o privada, orientada al mercado o no, excluyente o social: se dibujan en el mapa multitud de posibles escenarios, no todos necesariamente malos. Maravillosos, estos documentos europeos que dejan todo en puntos suspensivos.
Desde organismos públicos se intenta tranquilizar la opinión social asegurando la permanencia de becas y del carácter público de la universidad, pero lo cierto es que una interpretación liberal que tienda a una exclusión social y una universidad elitista es bastante verosímil. De hecho este el desarrollo más goloso y atractivo para un estado que económicamente tiende hacia una crisis presupuestaria sin precedentes. En una época de crisis como la nuestra, me asaltan preguntas del tipo: ¿qué tipo de financiación tendrá la universidad ante un estado con un déficit crónico? ¿no conducirá esta crisis crónica a inflar las tasas académicas y reducir las becas, dinero a fondo perdido? ¿qué estudiante se arriesgará a pedir un crédito de al menos 2000 euros para un máster en un contexto de incertidumbre económica y de desempleo? ¿quién podrá pagar unos segundos ciclos que se prolongan dos años, sin recibir en el gran número de casos ningún tipo de remuneración por las prácticas? Es cierto que el endeudamiento crónico de la universidad no puede seguir por más tiempo, y que en la universidad se camina más cerca de tradiciones medievales y escolásticas que de la sociedad del siglo XXI (al menos en España), pero esta no es tal vez la solución a los problemas.
Cuando estaba explicando el tratado de Bolonia en la clase de tutoría, los alumnos se posicionaban en el peor de los escenarios posibles. Clara, Pablo, Soraya, Isabel, todos ponían el grito en el cielo ante lo que ellos llamaban la universidad de los ricos. Es cierto que eso es todavía una posibilidad, pero tenemos que prepararnos para esos escenarios, no en el plazo de un año o dos, sino en la carrera de fondo, que es donde se producen los cambios económicos y sociales de envergadura: precisamente en ese periodo de tiempo donde el ciudadano está más indefenso para reaccionar.
Y volviendo al vacío… Demasiadas veces una legislación socialmente neutra que no queda atada y bien atada, ha sido finalmente erosionada hasta quedar convertida en una sombra de lo que se proyectaba en un principio. Es ese miedo el que me incita a pensar en Bolonia como un acierto necesario que se puede convertir en pesadilla para muchos estudiantes no adinerados.

3 comentarios:

  1. qué quieres que te diga, ángel... Me parece muy bien que preparen una nueva universidad más encaminada a una Europa unida y demás historias, pero el principal problema que veo yo es que van a marchas forzadas, pretenden cambiar la Universidad de un año para otro y arrastrarnos a nosotros con ella, nos guste o no. Claro está que hay que cambiar la mentalidad y pensar en los estudios como algo más serio de lo que no poder pasar, pero lo que se pretende (y así nos lo han vendido últimamente) es remodelarlo todo de una forma precipitada que a la fuerza fallará en algo.

    Lo mejor sería esperar un año o dos a que la situación se normalice, pero a saber quién será el que después de ese tiempo se meta a estudiar... Luego está la crisis, cosa en la que no había pensado hasta ller esta entrada: como dices, miedo me da a la hora de las becas y estudios, veo que no solo va a haber problemas con los casi 5 millones de parados, sino con otros cuantos millones de estudiantes que se verán a dos velas para poder terminar de estudiar.

    Si me gustaría que alguien me explicase por qué Bolonia promueve una "enseñanza para ricos", porque aún no lo veo... quizá para algún debate en clase.

    PD: por cierto, sobre el comentario en mi blog en la canción de Bijou... bueno, cada cual con su opinión; a mí Queen me sigue pareciendo muy grande, jejeje Por supuesto que To France es mucho mejor que Bijou, pero mi favorita sigue siendo The Show must go on... tal vez esto te de una idea de qué canción me gustaría cantar en el concierto... jeje

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  2. Alberto, sobre la posibilidad de que Bolonia se convierta en una universidad para ricos, bueno, esto no es una realidad, es un riesgo que considero probable, si a un estado le da por reducir el déficit de forma drástica. El problema de Bolonia es que su financiación está completamente abierta y no hay un compromiso para que la universidad siga siendo pública. No voy a decir aquí que no haya otros medios de financiación privados que puedan ser muy útiles, pero no podemos olvidar que deben ofrecer una educación superior abierta a todo el mundo.

    Otro tema sería la continuidad o no de facultades deficitarias como las letras... Bueno eso va a ser el siguiente artículo del blog.

    PD: Show must go on está muy bien, pero es un poco kitch para mi gusto. Delirios de grandeza de Mr Mercury, ¿no te da a ti la sensación? Me meteré en tu página para dar mi terrible veredicto, porque nada escapa a vuestra crítica.
    Yo pienso personalmente que hay gastos de los que el estado no puede prescindir, y conseguir una universidad fuerte implica invertir en sociedad de conocimiento y también en una igualdad de oportunidades real.

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  3. Sí, puede que la canción tenga delirios de grandeza... pero ahí es donde veo su fuerza, en que Mercury da lo mejor de sí para terminar su carrera. Y nunca mejor dicho, porque esa es la última canción del grupo.

    A ver cuándo tenemos tiempo para hablar de Bolonia; sería un desastre si llegase a ser real la privatización de la Universidad.

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