Cuando la autenticidad de uno mismo se viste de intransigencia hacia los demás, la verdad se vuelve una luz cegadora.

viernes, 27 de noviembre de 2009

AGNÓSTICOS: DAWKINS Y EL GENIO MALIGNO.

Llama la atención en el libro de Dawkins The God Delusion la tabla que propone él de grados de creencia o increencia en Dios. Para este biólogo, combativo al cien por cien en todo lo que toca, existirían ocho tipos de creyentes en Dios: partimos del crédulo total, supersticioso y casi sacado del viejo estadio religioso de Comte, hasta aquella persona atea que es capaz de negar a Dios de la misma manera que afirma anda sobre dos piernas. Curiosamente, Dawkins no es capaz de ponerse en esa posición más radical y viene a decirnos que su posición es algo más moderada, puesto que no podremos probar nunca la inexistencia de Dios. Ahora bien, inferimos de la naturaleza que nos rodea que Dios es innecesario y que además la hipótesis de Dios no viene a solucionar nada.

Aunque no se quiera asumir, Dawkins se topa aquí con la famosa duda cartesiana del genio maligno. Si observamos un mundo dominado por las matemáticas y la física, un universo en el que las leyes de la lógica se cumplen, no habría la posibilidad de un duende verde, un genio maligno que nos indujera a error, por el mero placer de hacernos creer una cosa que es mentira? O si lo queremos en un sentido más bíblico (a lo Kierkegaard), no será esta una prueba de fe que nos manda Dios de la misma forma que hizo con Abraham al querer sacrificar a Isaac? Es cierto que esta duda es difícil, improbable, contra toda evidencia, pero es completamente legítima. todo puede verse reducido a un juego (absurdo para el científico ateo, quizás con más sentido para otros). Descartes despachó esta duda radical al recuperar en su sistema filosófico un Dios bueno que velase por la certeza de las investigaciones de los científicos y filósofos anhelantes de alcanzar la verdad. Lo cierto es que el sentido común opera en contra de todo este argumento y que, efectivamente, esta es una forma sumamente enrevesada de entender la naturaleza: de hecho, desde los tiempos de Godel la misma ciencia ha confesado su incapacidad de autojustificarse a sí misma de forma absoluta.

Por este tipo de dudas, nadie se plantea que la ciencia sea un fraude: la ciencia funciona razonablemente bien para sus expectativas y abandonar el paradigma sería condenarla al inmovilismo total. Pero podríamos dar la vuelta al argumento y volver al campo religioso. Si no existe, ni para el científico más ateo de nuestro tiempo, un argumento de total seguridad, es igualmente improbable considerar el hecho religioso como otro fraude, sobre todo cuando la religión se basa, nuevamente, en preguntas de sentido que hacen resucitar la hipótesis del genio maligno o la apuesta de Pascal a la mínima de cambio.
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There is probably no god. Now stop worrying and enjoy life. La combinación de Dawkins con la crítica de Nietzsche de la religión como sentimiento de culpa y rechazo a la vida. Una forma quizás algo estrecha de comprender las religiones del mundo o de reducirlas al fundamentalismo. En cualquier caso, una propaganda desenfadada, imaginativa, y al menos tolerante en su primera frase.

3 comentarios:

  1. Todo se reduce a que la creencia es relativa. Si no se puede demostrar a ciencia cierta que algo existe, eso no significa que no exiesta, como tampoco significa que exista. Todo queda en la creencia personal, siempre respetable.

    Como dije hace tiempo, la ciencia no puede meterse en el campo de la religión porque responden a cuestiones diferentes (fue Gould quien defendía eso, ¿no?). Es inútil intentar buscar una respuesta científica a la existencia o no de Dios, porque Dios no se mide por términos científicos. Creo que confiamos demasiado en nuestros sentidos, en nuestras leyes, tomándolos como absolutos que explican la existencia y que deben cumplirse. Me sorprende ver casos en los que tratan de buscar explicaciones hormonales y químicas a sentimientos como el amor: ¿qué sería de nosotros si se nos reduce a una mera complejización de la materia? No me puedo creer que esa obsesión por lo científico lleve incluso a tratar los sentimientos como algo simplemente material.

    Confiamos demasiado en lo que comprobamos empíricamente y lo tratamos de máxima absoluta; ¿pero quién nos dice que lo que pensemos es real? Es decir, ¿es todo lo que vemos lo único que existe? Volvemos al principio; si no podemos demostrar que no hay algo más allá, eso no significa que no exista. Eso es absolutizar nuestro conocimiento, dejarnos vencer por nuestro orgullo. Y sí, que el ser humano tiene un razonamiento que le hace "superior", pero no omnisciente. Nos puede nuestr orgullo de creer que todo lo que digamos es incuestionablemente cierto, cuando puede no ser así.

    Y mejor dejo este testamento, que me está quedando demasiado largo... pero vuelvo a lo mismo: ¿por qué, en esta lucha ciencia-religión, hay quien se empeña en acabar con la parte contraria? Dawkins (personaje al que no soporto; por lo que nos explicaste en clase, me parece un radical egocéntrico, reconociendo que habrá aportado mucho a la ciencia) hablaba a un científico español sobre que sería feliz si todo el mundo abandonase la idea de Dios abrazase la ciencia como verdad absoluta; el español, ni corto ni perezoso, le contestó que "si creía que miles de millones de humanos dejarían la religión, es que era un iluso".

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  2. No me acordaba de ese post que habías hecho del árbol del conocimiento.
    Estoy de acuerdo más o menos contigo Alberto... El problema es que hay mucha gente que tiene razones para pensar que la religión es algo negativo, por su experiencia personal y otras muchas cosas. Y luego, entiendo también que un científico desee conocer todo sin tener que poner la palabra "Dios" en la naturaleza. Ahora, no creo que lleguen a nada concluyente.

    Con qué científico español ha hablado Dawkins? Tendría que ser divertido escucharle.

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  3. Se trata de Francisco J. Ayala, biólogo. Te dejo el enlace donde lo leí: el blog, bastante sensacionalista y, por qué no, radical en algunas ocasiones, da una entrevista, como mínimo, curiosa, se esté o no de acuerdo con ella.

    http://blogs.elcorreodigital.com/magonia/2009/2/12/-la-evolucion-hace-dios-innecesario-explicar-mundo-

    Ayala defiende en esta entrevista que el tiene una idea de Dios como algo presente en cada uno de nosotros, pero que no por ello es necesario para explicar el mundo. Luego critica el diseño inteligente, pero en eso ya no me meto...

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