Las grandes imágenes y relatos de la cultura son aquellos que quedan tan abiertos y universales que los nuevos tiempos lo pueden reinventar y cambiarlo todo para no cambiar nada. Mirando a la filosofía, busco esas imágenes clásicas, atemporales, que nos dicen todavía cosas desde el tiempo que fueron pronunciadas por primera vez. Lo único que encuentro, naturalmente, es el regreso a las tinieblas: el regreso a la caverna de Platón. Fantástica metáfora que se prolonga hasta nuestros días.
Uno se puede preguntar qué puede decir Platón en nuestros días, y se puede reducir en una sola cosa, eterna en la vida: la distinción entre la apariencia y la realidad, lo falso de lo verdadero, la imagen de la auténtica realidad, la copia del modelo, y por último, la terrible obligación de tener que optar entre una cosa y otra. Lo bueno de las metáforas es que podemos hacer sustituciones de términos hasta el infinito, mientras mantengamos su sentido: cambien las sombras proyectadas gracias a un rudimentario fuego, por las imágenes pixelizadas de la pantalla que está viendo en este preciso instante, y ya tienen el Platón del siglo XXI.
No es difícil imaginarme a mí mismo, escribiendo en la pantalla de este ordenador y sobre el océano Internet, trasladado al mito y sintiendo las cadenas invisibles y pesadas, embrujado ante el poder de las imagénes del final de la caverna. Somos la generación de la e-caverna: lo primero que hacemos al llegar a casa es encender el ordenador, y a cambio de nuestro silencio y ensimismamiento nos ofrece música, imágenes y escritura y sosiega nuestra alma: todo aquello que tenían los esclavos al final de la caverna. El mundo fuera de la red es demasiado incómodo, y estamos más tranquilos delante de una placentera pantalla, modelando ese mundo como a nosotros más nos guste, y siendo modelados por otros. No contemplamos personas, contemplamos reflejos desfigurados. Amamos y odiamos a través de la red: el culmen de la apariencia y la copia de la copia.
La pregunta, naturalmente, parte de si nosotros dominamos la e-caverna o es ella la que nos controla. Y si, además, merece la pena rebelarse y salir al mundo. Muchos lo tienen claro: es preferible quedarse en ella.
La vieja caverna, tal y como la describió Platón.
La representación casi cinematográfica o televisiva del mito de la caverna.
Nueva fase: Reglas para encadenarse a la e-caverna el mayor tiempo posible y no morir en el mundo real.
Creo que tengo una lista de posibles películas para hablar de este mito, a ver qué te parecen:
ResponderEliminar-El Show de Truman: lo obvio, un mundo perfecto pero falso.
-Matrix: el clásico, el mundo real es una farsa, hay otra realidad.
-Coraline: un mundo perfecto pero oscuro en su fondo. Me hace gracia cómo trata el tema de la madre...
-La Isla: sí, como película no valdría mucho... pero seleccionando las primeras imágenes que nos muestran un mundo ideal en contraposición al auténtico mundo real, daría mucho juego.
-Equilibrium: una algo más dudosa, en el sentido de que habla más de los sentimientos humanos; se trata de una distopía en la que se prohíbe sentir, hasta que uno de los guardianes del sistema comienza a hacerlo. En ese momento descubre todo un mundo de sentimientos más real y profundo que el que habia conocido.
-La Novia Cadáver: juega al mismo nivel que Coraline:
-WALL-E: muy cogido por los pelos, pero en las escenas de la nave se ve cómo los humanos, completamente deshumanizados, prefieren el contacto por ordenador, desconocen su propio entorno (una mujer incluso no sabía que habís piscina en la nave, ¡y había pasado al lado todos los días!), no saben que en el espacio hubiese estrellas y el simple contacto físico de juntar las manos les es extraño en cuanto que todas sus relaciones han sido informáticas.
¿Los Otros, podría servir? Como reflejo de un mundo falso del que solo ven señales, hasta descubrir la verdad. Aunque no creo que esté muy claro...
E incluso películas de la manipulación periodística, o incluso si le pongo la puntilla Blade Runner serviría; solo dame mucho tiempo libre y ganas de comerme el coco... :-P
La verdad es que muchas juegan con el tema de la doble realidad, lo falso y la realidad, y sobre todo, la necesidad de escoger entre uno y otro. Yo como te dije, quería poner Antz en clase, porque además de la caverna (el hormiguero) ahí se ve sobre todo la política de Platón.
ResponderEliminarBlade runner? lo cierto es que en más de una ocasión he escuchado de esa película que es más bien un reflejo de la postmodernidad, al igual que París-Texas, una peli clásica de Win Werdens en la que el protagonista ve las cosas por las sombras que hacen en el suelo y no por su figura real.
Tú tienes algún programa para seleccionar escenas? Yo tenía alguno pero no lo encuentro ahora, sería interesante coger algunas escenas de las pelis que comentas.
Un programa para seleccionar escenas no... pero podría buscarlo. Otra opción es que me descargue las películas que elijamos, y luego me encargo yo de hacer el montaje, seleccionando los trozos.
ResponderEliminarEs cuestión de convertir las películas en formato de vídeo para el ordenador, y así es más fácil manipularlas y montarlas.
Estaría genial si lo pudiéramos presentar en clase, la verdad, y con una pequeña introducción de cada una. Fantástico!
ResponderEliminarPor cierto, he quedado ya para la semana que viene con los de tercero y cuarto para iniciar el curso de cine.